La APCómic en el Madrid Summit Cómic 2023

El pasado sábado 2 de diciembre, nuestra asociación APCómic participó en el Madrid Summit Cómic 2023 en una mesa sobre porcentajes del PVP del libro.

Jorge González, autor de cómics y vocal de nuestra Junta Directiva, acudió en representación de la APCómic a una mesa en el Madrid Comic Summit 2023 en la que se debatió en torno a los porcentajes del PVP que se reparten por cada libro vendido

El sábado 2 nos reunimos en el Madrid Comic Summit 2023, organizado por La Sectorial del Cómic, Olga Carmona Peral, Kenny Ruiz, Miguel Ángel Giner, Daniel Coronado, Pedro Medina (online) y quien suscribe, Jorge González. El presentador fue Alex Serrano.

El tema fue “porcentajes” y durante poco menos de dos horas se habló de esto, sobre todo de la necesidad urgente de reflexionar acerca del reparto porcentual del libro entre las partes (se habló de donde surge lo del 8% para los autores, qué hace cada una de las partes, etc). El aporte de Pedro Medina (Fandogamia) fue muy interesante porque propone también otra charla profunda para pensar nuevos modelos de negocio.

Aquí debajo les dejo mi presentación para esta mesa. La escribí antes de entrar al evento. Más adelante, insistí acerca de las dos preguntas que escribí más abajo y también sobre la necesidad de juntarnos todos los que vivimos de esto, una semana o dos y generar acuerdos, puntos en común porque así la cosa no va.

Hola a todos. Gracias por invitarme.

Esto lo escribí hace un ratito y seguramente se me olviden algunos matices, sepan disculpar. El año pasado dije, en este mismo lugar, que no sabemos casi nada del mundo del otro, que los participantes de este colectivo arrastramos gran cantidad de prejuicios y frases hechas. En el caso de los dibujantes el otro es el editor, el librero y el distribuidor. Tampoco sabemos mucho sobre el lector. También dije que en general la comunicación entre las partes es inexistente o aparece para conservar la buena armonía, se profundiza poco o sólo existe esta profundidad en charlas íntimas pero no en las colectivas. En síntesis, todas las partes nos movemos a la defensiva. Dije también que no había industria nacional (o si quieren la podemos llamar industria nacional precaria) porque una de las partes, la de los autores y autoras que trabajan para España, apenas ganan para pagar uno o dos alquileres luego de más de un año de trabajo… y eso en el mejor de los casos.

Creo que nadie podría asegurar lo contrario, por más estadísticas que existan, nosotros hablamos entre nosotros y sabemos lo que ganamos. Aseguramos que son muy pocos, casos aislados, los que pueden vivir de la edición que nace en la industria que pertenece a este país. El resto de dibujantes, la mayoría pueden hacerlo porque trabajan para USA, Francia o se buscan la vida como pueden.

La pregunta es:

¿estamos interesados en que haya una industria española de cómic, un movimiento que pueda representar el pensamiento y el sentir de autores y autores que vivan en este país?…Y que su economía sea sostenible y digna…

Y otra pregunta:

¿qué estamos dispuestos a ceder para que entre todos podamos construir un colectivo, una industria de cómic española? ¿Qué lugar se le quiere dar? ¿Como mera compañía de las publicaciones de otros sitios o como un proyecto a largo plazo en el que pueda representar el sentir de los autores y autoras de por aquí?

Aunque sólo haya hecho dos preguntas creo que caben más, tenemos que volver a hacérnoslas para renovar un esquema y modelo de negocio que ya está demasiado viciado y cristalizado.

Desde que publico en España, Francia y otros países, cada una de las patas de nuestra silla se queja de lo que el otro hace. No basta más que darse una vuelta por las redes o por los cafés para saber que las cosas se cuecen de esta manera. Es absolutamente aburrido, repetitivo, lleno de clichés y no conduce a algún sitio. Libreros que se quejan de las editoriales, editoriales que hablan pestes de librerías. Que el crowdfunding sí o no, que el modelo clásico sí o no. Autores que hablamos mal de los editores y libreros. Casi nadie se mete con los distribuidores pero ese parece ser que es otro tema, es la pata fantasma y poderosa que pocos conocen.

Lo único que sé es que está todo mal para los míos, para los que quieren publicar en su país. Se cobra entre 1000 y 5000€ en el mejor de los casos. No estoy preocupado por mí, yo tengo suerte, me jode ver como muchos dejan de dibujar porque realmente el dinero que se recibe es simbólico. Cada vez que cierran librerías o editoriales se pueden escuchar los lamentos. No tienen idea de la cantidad de dibujantes con talento que se bajan cada día, de eso poco se habla. Escucho que hay que reducir la producción, escucho que hay que repensar los porcentajes, que no se vende lo suficiente y una buena cantidad de etcéteras. Nos gustaría que cada vez que vamos a firmar se nos pagase algo y eso no sucede. Ni en librerías ni en salones y para esto siempre hay excusas, todas válidas, pero nunca se cede en favor de los autores que creo que son los que más hay que valorar y los que menos porcentaje se llevan

Todo esto está rumiando todo el tiempo pero no nos ponemos con ello, no sabemos poner puntos en común. Hace algunos meses se abrió una mesa del cómic auspiciado por la sectorial y me pareció una gran oportunidad para que el Estado pudiera ayudar a organizarnos y escuchar cada uno de los inconvenientes que nos suceden. Vamos todos a nuestro aire y así nos va como nos va. ¿Nos gusta ir a nuestro aire o es mejor pensarnos como colectivo y organizar un proyecto en el que todos estemos incluidos? Ojalá haya otra reunión de esa mesa de trabajo.

En definitiva, falta reflexión profunda y autocrítica de cada una de las partes.

Desde nuestro lado tenemos ganas y queremos conversar con los participantes de este mundo para ver de qué manera podemos organizar una industria nacional sostenible en el tiempo y digna económicamente para todos.

 

Jorge González.